Educadora infantil, orientadora educativa y Doctora en Educación por la Universidad Complutense. Su tesis estudia la Educación Lenta como corriente pedagógica que contiene entre sus principios el respeto al tiempo -y los tiempos- de la infancia, así como a actividades primordiales como el juego.
Su trayectoria profesional ha discurrido por distintos niveles educativos, desde la educación infantil hasta la universidad, y en todos ellos ha planteado el juego como una actividad inherente al ser, partiendo del potencial que la actividad lúdica posee como mera actividad de ocio y disfrute, más allá de su pedagogización. Defiende el derecho al juego en la infancia y el jugar por jugar como actividad esencial. Actualmente es profesora en la Facultad de Educación de la UCM.